Últimas noticias - Naga
Las imágenes del Buda jemer Naga se encuentran entre las expresiones más distintivas y poderosas del arte budista camboyano, fusionando el antiguo simbolismo de la serpiente hindú-jemer con la serena figura del Buda.
En una sola imagen, evocan una protección profunda, el poder cósmico y la resiliencia del Dharma a lo largo de la turbulenta historia de Camboya.
En la cultura jemer, la naga es mucho más que una serpiente mítica, es un Símbolo de identidad, origen y protección espiritual.
Su cuerpo en espiral y sus ojos vigilantes continúan enrollando el arte, la arquitectura y la mitología de Camboya, ofreciendo una idea de cómo la antigua gente jemer vio su lugar dentro del cosmos.
El papel de la mucalinda en el arte budista trasciende la mera narración.
Es un símbolo vivo del poder protector de la naturaleza, la serenidad de la iluminación y el profundo respeto otorgado al Buda a través de los siglos.
El número nueve en el budismo tailandés es mucho más que un número: es un símbolo sagrado de perfección, progresión y el camino budista.
Arraigado en enseñanzas canónicas y enriquecido por siglos de tradición cultural, el número resuena en los paisajes espirituales y artísticos de Tailandia.
El Naga de nueve cabezas en Tailandia es más que un motivo ornamental: es una figura profundamente simbólica que encarna la protección, la sabiduría y el orden cósmico.
Arraigado en la antigua mitología india, pero transformada por siglos de creencia y arte tailandeses, esta deidad de la serpiente protege no solo templos y espacios sagrados, sino también por los corazones de aquellos que caminan por el camino espiritual.
El Buda de la Meditación protegida por Naga es más que una figura religiosa, es un encarnación de la alianza de la naturaleza con despertar, del cosmos que defiende la verdad, y de una mente aún rodeada de caos.
Es un llamado a confiar en las fuerzas profundas de la bondad y la sabiduría que protegen el camino.